Kerry Tellwright y Craig Hill estaban esperando un hijo después de ocho años de intentos e incluso dos de Fecundación in Vitro y un aborto involuntario de gemelos. En pleno embarazo, Tellwright, de 34 años, comenzó a encontrarse mal y sufrió una hemorragia por la que le indujeron al coma.
Tres semanas después de estar ingresada, todavía inconsciente, dio a luz a su pequeño, aunque nació muerto. Durante su estancia en el hospital los médicos mantuvieron a su hijo Archie en una ‘cuna de frío’, que proporciona a los padres en duelo un tiempo extra para los bebés fallecidos retrasando los cambios físicos naturales, para que Tellwright pudiera encontrarse con él cuando se despertara.
La causa de su terrible hemorragia y su posterior pérdida del bebé fue un problema hepático, del que se recuperó unas semanas después de su ingreso.
Cuando la madre despertó, los médicos le llevaron a su pequeño y pudo fotografiarse con él para poder tener algún recuerdo, como informa Daily Mail. “Una semana después de su nacimiento hay imágenes de Craig junto al pequeño, pero no me acuerdo en absoluto, tenía mucha medicación”, cuenta al citado medio.
“La vuelta a casa sin Archie fue terrible”, relata la valiente madre, que ha compartido su historia en las redes sociales conmoviendo a medio mundo.