Diez años después, las hermanas de Marta del Castillo, entonces con 13 y 10 años, no pueden poner flores en su tumba. El cuerpo de Marta no ha aparecido. Su asesino confeso, Miguel Carcaño, al cumplirse el décimo aniversario, ha pedido salir de prisión, disfrutar de permisos. Se los han denegado.
Aún en la memoria de todos las multitudinarias manifestaciones por Marta, con su familia encabezando las pancartas en las que se pedía justicia. Fue la tarde del 24 de enero de 2009 cuando la joven de 17 años salió con sus amigos y nunca volvió a casa.
Hay dos condenados. Miguel Carcaño, exnovio de la víctima, confesó haberla matado en su piso y deshacerse del cuerpo. El segundo, El Cuco, entonces menor de edad, ya ha cumplido los tres años de internamiento a los que se le condenó. Hace tiempo que vive en Francia, donde ha llegado a trabajar como modelo. Lleva una vida normal.
Hasta hoy han sido años de búsquedas incansables, por el río Guadalquivir, en el vertedero de Alcalá de Guadaíra, en la finca Majaloba y en la finca de tiro del hermano de Carcaño. El cuerpo de marta nunca ha aparecido.
Los implicados han cambiado constantemente la versión de los hechos, alargando cruelmente el dolor de una familia destrozada.