El marido de Romina Celeste fue detenido durante la tarde del pasado domingo como principal sospechoso de la desaparición de la joven, de 25 años. Las autoridades creen que pudo matarla tras una discusión. Quizás el 31 de diciembre, porque el propio sospechoso contó que discutieron esa mañana porque ella quería traerse de Paraguay a su hijo.
De hecho, Romina llamó a su familia antes de desaparecer y quedaron en volver a ponerse en contacto para felicitarse el Año Nuevo. Sin embargo, esa llamada nunca se produjo y, desde el 1 de enero, tal y como avanzó Informativos Telecinco la semana pasada, su dispositivo móvil estaba apagado.
Tras 10 minutos de interrogatorio, el detenido ha asegurado a los agentes que se encontró a Romina muerta por sobredosis. Fue entonces cuando, asustado, según ha afirmado, arrojó su cuerpo al mar.
Ahora, el equipo especial de criminalística que acudió también a El Campillo para esclarecer el crimen de Laura Luelmo, encontrando restos de sangre, se ha desplazado a Lanzarote, a Costa Teguise para investigar el caso y hallar pruebas incriminatorias.
Lo cierto es que el marido siempre ha sido el único sospechoso de una Guardia Civil. El arrestado pasará a disposición judicial en un máximo de 72 horas. Fue él mismo quien denunció la desaparición de la joven, lo hizo una semana después de que ella faltara del domicilio. Al parecer habían discutido en Nochevieja. Él dijo que no era la primera vez que tras una discusión Romina se iba voluntariamente de casa. La pareja contrajo matrimonio en agosto pasado tres días antes el hombre fue denunciado por presuntos malos tratos, acusación de la que fue absuelto.