La última gamberrada de cinco turistas británicos en Magaluf ha sido jugar con un spray y un mechero y las llamas arrasaron varias habitaciones de un hotel. Se calculan daños por 200.000 euros. Los cinco turistas han pasado ya a disposición judicial. Dicen los hoteleros que Magaluf es sinónimo de balconing, de fiesta, de borrachera sin control, de un turismo “low cost” donde el objetivo es desmadrarse. Por eso, los empresarios quieren eliminar el nombre de Magaluf por la mala imagen que tiene como destino turístico. Y reconvertirlo en Calviá Beach. No quieren cambiar el topónimo, sería un cambio de marca turística de cara a venta de casas, a folletos turísticos, para que no se relacione con el desfase. De momento la propuesta no tiene ni el apoyo del Ayuntamiento, ni tampoco del Gobierno balear.