Al parecer, Raquel pudo desmentir esta información en el momento en el que por fin logró declarar ante los agentes encargados de la investigación. Este hecho se produjo en torno a las 14.00 horas de este miércoles 21 de marzo, ya que antes no fue capaz de prestar declaración debido al shock producido por la perdida de sus hijos y su marido.
De este modo, y con la información confirmada por Raquel, el parricidio de Getafe cobra aún un tinte dramático mayor. El crimen cometido por José Alberto, y su posterior suicidio arrojándose a las vías de un cercanías, carece, a priori, de un móvil concreto.
El entorno de la madre de los niños asesinados en Getafe el pasado martes presuntamente a manos de su padre, que después se suicidó arrojándose a las vías del tren, ha afirmado que no es un caso de violencia de género y ha pedido respeto para el fallecido: "No es un caso Bretón, no hay venganza".
Así lo ha señalado en declaraciones a Telemadrid una amiga de la familia, Ana Isabel Gutiérrez, que ha explicado que, en nombre de Raquel, se pide "respeto e intimidad" en estos momentos "tan difíciles".
Además, ayer se confirmó que los dos hermanos ya estaban muertos en el momento en el que su padre los puso encima de un colchón para posteriormente prender fuegofuego y pretender calcinar sus cadáveres. Antes, José Alberto, había ahogado a los dos menores en una bañera.
Tras ello, el parricida de Getafe se trasladó andando unos dos kilómetros hasta una estación de cercanías para arrojarse a las vías del tren al pasó de una máquina. La policía más tarde encontró una nota que portaba el asesino y suicida en la que indicaba que había cometido el crimen para que sus hijos "no sufrieran".
Mientras la ciudad madrileña de Getafe celebra su segundo día de luto por el asesinado de dos hermanos a manos de su padre, los pequeños de ocho y 13 años serán enterrados hoy.