El odio atávico al lobo ha vuelto a reunir a los ganaderos de toda Castilla y León. El milenario desencuentro entre el hombre y el depredador también afecta a los cazadores, que este año no podrán abatir a los 143 cánidos que permitían las autoridades.

Ahora, la Junta de Castilla y León decide que el lobo ya no es especie cinegética y que tal y como dicen los tribunales, no se puede cazar al norte del río Duero.

Una decisión esperada por los ecologistas. En Castilla y León se encuentra el sesenta por ciento de toda la población de lobos de España. Según los ganaderos, este año ha habido 1 500 ataques a sus rebaños. El conflicto no parece tener fin.