Ana Julia Quezada no drogó a Gabriel Cruz antes de asesinarlo

El juez que instruye el caso del asesinato de Gabriel Cruz ya ha levantado el secreto de sumario. Con ello, se han conocido algunos de los detalles de la muerte del pequeño. Por ejemplo, se ha sabido que Ana Julia Quezada le asfixió con sus propias manos entre las 15.30 horas y las 16.30 horas del mismo día de su desaparición. Lo hizo con tanta fuerza que le dejó marcada la cara.

También se ha conocido que antes no le drogó, según lo confirmó el estudio toxicológico. Ella misma reconoce ser la autora del crimen en varias cartas. Una ésta dirigida al padre del niño: "Querido Ángel: por un lamentable accidente te quité lo más grande que uno puede tener". Habla de accidente y pide perdón.

La Guardia Civil la grabó desenterrando el cuerpo del pequeño en la finca de Rodalquilar: su objetivo inicial era esconderlo en un invernadero. Esto último lo sabemos porque los agentes le colocaron un micrófono en el coche y ella lo dijo hablando sola, en voz alta. En el registro de su ordenador encontraron varias búsquedas relacionadas con hierbas que sirven para hacer vudú, lo que podría demostrar que Ana Julia no soportaba al niño. Es importante saber si planeó el crimen. Ella escribe que no "dicen que fue todo premeditado pero no es así", porque de ser así podrían acusarla de asesinato. Asesinato de un menor, por lo que se enfrentaría a la prisión permanente revisable.