La vecina de Fígols (Lleida) que cuidó a Nadia cuando detuvieron a sus padres, explicó ante el juez que al principio los padres tenían buenos coches y la invitaban a menudo a restaurantes. Con el tiempo empezaron a contar que necesitaban dinero para tratar a la niña y que el padre tenía cáncer. "Son unos pedazos de estafadores", soltó la mujer en el juicio.
Antes declararon los médicos, que aseguraron que Nadia tiene una enfermedad raras, sin cura, ni tratamiento experimental pero que no implica un "riesgo inminente" de muerte. Un dermatólogo del Hospital Clínic de Barcelona dijo que conoce casos de personas con la enfermedad de Nadia que superan los cuarenta años y que hasta donde él sabe "no hay un remedio curativo".
Una médico forense del Instituto de Medicina Legal de Lleida dijo, en relación con las supuestas punciones que Nadia recibió en la nuca para llevar a cabo un tratamiento experimental sobre mutaciones genéticas es inverosímil.
Hoy es el turno de los familiares de los padres. Estaba previsto para hoy la declaración de la tía materna de Nadia, con quien vive la pequeña desde que un juez le quitó la custodia a Fernando Blanco y Margarita Garau por considerarla una víctima. Sin embargo, las declaraciones de los testigos están siendo más largas de lo previsto y puede que el juicio se prolongue una sesión más.