Aldo Amenta es un joven originario de Venezuela que quedó tetrapléjico en 2015 después de lanzarse en el lado poco profundo de una piscina. Desde entonces, él reconoce que su vida "cambió por completo", informa ABC News.
Amenta valoró la opción de abandonar la escuela, pero gracias a la inestimable ayuda de sus seres queridos y una beca de la universidad con sede en Miami, el joven pudo finalmente graduarse como ingeniero eléctrico.
Durante la ceremonia de su graduación, Amenta pudo dar unos pasos por su cuenta con la ayuda de un exoesqueleto en las piernas y el torso, para recoger su diploma. Todo el público aplaudió durante el emocionante momento, que el joven describió como "asombroso".
Él cuenta que esta breve caminata simbolizó su capacidad para seguir cumpliendo sus sueños, y enfatizó que la perseverancia fue la clave para lograrlo.
"No importa lo difícil que pienses que van a ser las cosas", dijo. "Tal vez sientas que es imposible para ti hacerlo, pero encontrarás personas que están dispuestas a ayudarte... Eso me motivó. Eso me dio la fuerza para poder seguir esforzándome y manteniéndome positivo", dijo.
Ahora Amenta continuará luchando por seguir consiguiendo sus metas, entre las que se encuentra obtener un título de maestría.
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