Ángel García Vidal asumió la responsabilidad de una obra sin precedentes para sacar a Julen de aquel pozo. Le dijo a sus padres que no se movería de allí sin sacar al niño y eso hizo. Hoy ha testificado ante la jueza del caso.
También lo han hecho los primeros agentes de Guardia Civil y Policía Nacional que llegaron al cerro de Totalán cuando se supo que un niño había caído a un pozo.
Ayer fue el turno del pocero, Antonio Sánchez, que ha repetido ante la juez lo que ya le dijo a los investigadores, que él tapó el pozo como manda la ley y que pensó que el dueño de la finca, David Serrano, único imputado, tenía los permisos porque allí ya había un pozo hecho. Dijo que "la piedra" que él puso y "el tapón de arena" que hizo estaba "manipulado" cuando Julen cayó dentro.
Antonio Sánchez concedió ayer su primera entrevista y lo hizo en Cuatro al Día, para contar cómo ha vivido su familia esta horrible tragedia: "Ahora estamos mejor pero mi mujer ha estado enferma y yo también caí malo porque hemos estado muy preocupados.
Mis hijos también lloraban porque yo tengo un nieto de la edad de Julen", ha dicho una vez que se encuentra mejor de ánimo.