La innovadora idea que tuvo en 2015 el Hotel Henna, en Sasebo (Japón), no ha dado los resultados deseados para sus impulsores. Los robots que crearon para atender a los huéspedes han acabado siendo un lastre económico y con continuos fallos técnicos. El hotel ha contratado a seres humanos para que lleven a cabo esa tarea.
Pero la razón principal por la que los androides no han sido buenos empleados se debe a que eran incapaces de responder a preguntas simples o comunicarse con los clientes.
Según informa 'The Washington Post', hubo un caso en el que una de las máquinas despertó a un huésped porque creyó que sus ronquidos eran una orden.
Fue el propio presidente de una compañía turística líder en Japón, Hideo Sawada, quien admitió que no había sido una buena idea: "Cuando usas robots, te das cuenta de que hay lugares donde no son necesarios o simplemente molestan a la gente".