Tras ocho días de búsqueda, los equipos de emergencia por fin han podido hallar el cuerpo sin vida del pequeño. Cubierto de ramas y barro, Artur, de cinco años, ha sido localizado muerto en Son Carrió, a apenas unos metros de donde un ciclista alemán rescataba a su hermana, –Úrsula, de 7–, y próximo al lugar en el que descubrieron el cuerpo de su madre, Joana. Farmacéutica de Manacor, murió intentando salvar a sus hijos. La gran riada la sorprendió en el coche junto a sus dos hijos, a la salida de Sant Llorenç. Pudo salvar a Úrsula al sacarla por la ventanilla del coche, pero no lo consiguió con Artur.
Tras su desaparición el pasado martes, todo el pueblo se empeñó en encontrar al pequeño. En una semana de búsqueda sin descanso, recorriendo palmo a palmo el torrente desde su desembocadura, profesionales, vecinos, amigos y hasta su padre participaron.
Hoy, por fin, la familia podrá descansar después de que una gigantesca ola, de más de cinco metros, marcara a las localidades afectadas para siempre.