El presidente de la asociación Son Nuestros Hijos, Marcos Jornet, ha explicado que "cientos" de familias españolas que se encuentran inmersas en estos procesos de gestación subrogada podrían quedar varadas en esta situación. en el país exsoviético.
Hasta hace algo más de un mes, las familias españolas que acudían a Ucrania para tener hijos a través de vientres de alquiler solo tenían que demostrar la filiación del padre, que es el que aporta la carga genética, para obtener el pasaporte español provisional y poder registrar al niño como hijo de una relación extramatrimonial ante el Gobierno español.
Este proceso culminaba cuando la madre o el otro padre realizaba un proceso de coadopción en España. Sin embargo, para una veintena de familias españolas debido a que el Consulado "ha cambiado las reglas del juego negándose a inscribir a sus bebés alegando que el nuevo Reglamento Europeo de Protección impide la pueba de ADN a los niños para demostrar la filiación paterna y, por tanto poder inscribirlos.
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Para Jornet "el Consulado tiene que respetar el vínculo biológico paterno y, si eso pasa por realizar un prueba de ADN consentida por quien ostenta la patria potestad, no sería un problema. Lo que no puede hacer es dejar de inscribir a sus hijos", que pide una reunión formal en el Consulado de España en Kiev para buscar una "vía jurídicamente válida".
El pasado 5 de julio, la embajada española en Ucrania emitió un comunicadodesaconsejando a los interesados en vientres de alquiler acudir a este país, por la falta de transparencia y de garantías con gestantes y contratantes.