Las abreviaturas y giros de las redes sociales, unido a que se lee y escribe menos, han disparado las faltas de ortografía a todos los niveles. También entre universitarios y opositores, a los que se les presupone una alta cualificación.

En parte, por culpa de las faltas de ortografía el 9,6% de las plazas de profesor de secundaria se quedaron vacantes en las últimas oposiciones.

“Hoy en día no hay conciencia de la importancia de la buena escritura; no hay conciencia de la importancia de la ortografía; no hay conciencia de la importancia de un buen dominio de la comunicación”, explica María del Mar Boíllos, profesora de la Facultad de Magisterio de la Universidad del País Vasco.

Acostumbrados a escribir con corrector en el WhatsApp o en el ordenador, se está olvidando lo más básico: escribir sin faltas de ortografía en nuestra propia lengua.