La borrasca Fabien se ha hecho notar en toda la cornisa cantábrica y especialmente en todo el litoral gallego, donde el viento ha soplado con más virulencia. En algunos puntos de la costa se superaron los 180 kilometros por hora.
A primera hora de la tarde no solo era complicado caminar por la calle, sino también peligroso. Se han producido varios desprendimientos en fachadas y algunas cubiertas han salido volando. El temporal provocó que medio centenar de vuelos tuviesen que ser cancelados o desviados a otros aeropuertos, y las carreteras gallegas tambien sufrieron la viloencia del temporal.
Los cortes de luz afectaron a más de 78.000 hogares en toda Galicia, y las precipitaciones fueron una constante en la jornada de ayer. El Río Miño llegó a desbordarse en algunos puntos de su cauce. Este agua que ha traído el temporal ha sido lo peor para Cantabria, donde en Reinosa aún continúan limpiando las zonas anegadas por el fango.
La Borrasca Fabien también puso en jaque a Asturias: el viento fue el mayor problema, con numerosas caidas de árboles en carreteras. Una mujer resultó herida al caerle encima un escaparte en Oviedo. Más suerte tuvieron en la localidad vizcaina de Getxo, donde el viento tiró abajo una cornisa y afortunadamente nadie resultó herido.
Las alertas meteorológicas irán disminuyendo a medida que entre la tarde y después de la tormenta no solo llegará la calma porque también llega el invierno.