Miguel Ángel Revilla ha señalado que la joven de origen dominicano asesinada esta madrugada por su pareja en Laredo estaba integrada, ya que trabajaba en un bar donde el presunto asesino también solía trabajar.
El presidente cántabro ha hablado de ensañamiento terrible ya que el presunto asesino le habría dado más de 20 puñaladas.
La joven de 26 años tenía una niña de cinco años en República Dominicana y actualmente estaban en trámites de ruptura, según ha explicado el delegado del Gobierno en Cantabria, Pablo Zuloaga. Los vecinos han contado que tenían constantes discusiones y peleas.
De hecho han sido los vecinos quienes han llamado a emergencias. Cuando han llegado los servicios sanitarios no pudieron hacer nada por salvarle la vida. El agredor de 29 años y nacionalidad ecuatoriana ha admitido los hechos y se ha entregado a la Guardia Civil que se ha hecho cargo de la investigación.
Esta joven es la primera víctima mortal de la violencia machista de 2019. No había denunciado a su agresor, como el 70% de las 47 mujeres asesinadas el año pasado.