Es la primera vez que Francisco Javier Medina habla ante los medios de comunicación desde que fue detenido como acusado de las muertes de Miguel Ángel y su hija en Almonte. Siempre ha mantenido su inocencia y en eso ha insistido hoy. "Se ha hecho justicia conmigo. Siempre he dicho que era inocente".
Medina ha dicho que "exigirá que se siga investigando para encontrar al verdadero asesino de Miguel Ángel y su hija" y aunque ha asegurado que no guarda rencor, no olvida: "Ha pasado más de un año desde mi primera sentencia y aún no he escuchado me he equivocado".
Ha pedido que le dejen en paz y que lo único que quiere es rehacer su vida.
Padre e hija murieron de casi 100 puñaladas en su casa del pueblo onubense de Almonte en 2013. El Supremo en diciembre de 2018 confirmó la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que coincidió con la decisión de la Audiencia Provincial de Huelva de absolver a Medina aunque su ADN se encontró en tres toallas de la vivienda.
Su defensa siempre argumentó que el ADN del entonces acusado llegó allí por simple contacto. Igualemente, en la casa se halló la huella de un zapato de su número y los perros de la Guardia Civil detectaron sangre de las víctimas en su maletero, pruebas que el jurado popular deshechó.