Izaskun tenía 39 años cuando le detectaron cáncer de mama, pero no lo hicieron a tiempo. Ni la mamografía, ni la ecografía lo detectaron, pero la metástasis se había extendido a los huesos. El diagnóstico era claro, no había nada qué hacer, "Tengo afectadas las costillas, vértebras, coxis, pelvis", cuenta.
Con 41 años y dos hijos, Iride convive con esta enfermedad desde hace tres. Fue entonces cuando empezó a adelgazar y a sentir un pequeño cosquilleo en el pecho derecho.
Junto a ellas 500 mujeres lo padecen en España. Son 500 mujeres invisibles a una realidad que se está cobrando muchas vidas, 18 al día. El 20 por ciento de las enfermas de cáncer de mama lo desarrolla, pero para él, hoy por hoy, no hay ningún tratamiento efectivo.
La esperanza de quien lo tiene es conseguir que la enfermedad no avance y que los años que saben que les quedan se alarguen en el tiempo.
"Nunca te hablan de curación sino de cronificación", expresa Iradi.
"Gracias a las que han luchado antes, tenemos alguna compañera que ha roto esa barrera de los cinco años", declara Izaskun.
Son dos mujeres valientes, luchadoras, con muchos sueños por cumplir, que cada día se visten con una gran sonrisa porque cada día suma. Cada día es para ellas una nueva oportunidad para vivir y compartir