Según los testigos, Anthony Stallard, el joven de 24 años, detenido, agitaba los brazos y gritaba 'uuuuhhhh' imitando a un fantasma. Durante la vista judicial del caso, el fiscal insistió en los cargos de "comportamiento inapropiado en un cementerio" y en el "hacerse pasar por un fantasma" asustando y angustiando a los que visitaban a sus seres queridos en el camposanto.
Durante la vista, el joven dijo "sentirse muy mal" por lo que había hecho, y su abogado añadió que había aceptado "que su comportamiento, si hubiera sido fuera de un cementerio, no habría sido inapropiado. Pero dentro de un cementerio, mientras hay personas que están de duelo por sus seres queridos, puede serlo".