El 20 de agosto de 2008, a las 14.23 horas, el vuelo JK5022 de Spanair, que partía de Madrid con destino a Gran Canaria, se estrelló poco después de despegar en el aeropuerto de la capital protagonizando, de esta manera, una de las tragedias aéreas más graves en España: 154 muertos y 18 heridos.
A pesar del cierre de la causa judicial, hace ahora seis años, la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 continúa luchando para que la tragedia aérea más grave de los últimos 30 años en España --la peor hasta la fecha fue el choque de dos aviones en Los Rodeos (hoy llamado Tenerife Norte) en 1977, donde fallecieron 583 personas-- sirva para el reconocimiento de los derechos de afectados de accidentes aéreos y, sobre todo, se elimine cualquier falla en el sistema de aviación civil.
Para ello, los familiares confían en la Comisión de Investigación del accidente del vuelo JK5022 que tiene lugar en el Congreso de los Diputados desde el pasado mes de julio. Esperan que esta investigación de la Cámara Baja contribuya a depurar responsabilidades y a arrojar luz sobre las circunstancias del accidente que contribuyan a "remover un sistema que, a pesar de 154 muertes, no se ha puesto en revisión".
Hay que recordar que la causa penal responsabilizó de la tragedia a los dos pilotos fallecidos en el siniestro. Mientras, la asociación de víctimas siguen sin aceptar la versión oficial: "Después de 10 años las familias estamos aquí... y seguimos aquí". Ellos, los familiares, llevan denunciando varios años el "caos judicial" al se somete a las víctimas de accidentes aéreos en España.