"La orientación sexual no está considerada como una enfermedad y que, de hecho, no consta en ninguna guía de práctica clínica como tal", ha enfatizado el ICOMEM. Por ello asegura que esta condición "no es motivo de discriminación para ninguna de las facetas del desarrollo humano" en el mundo occidental.
ICOMEM recuerda también que las funciones diagnósticas o terapéuticas "son competencia de la profesión médica en base a evidencias científicas y nunca a creencias".
Por otra parte, indica que una de las funciones del Colegio de Médicos es "velar para que la ciudadanía tenga una información clara y rigurosa de cuáles son las prácticas médicas saludables y que quienes las apliquen o recomienden basen su actuación en estrictos criterios científicos y éticos". "Por lo tanto, rechaza la intervención de entidades ajenas a la Medicina para ilustrar a la ciudadanía sobre lo que es anormal o una enfermedad y cuáles deben ser los comportamientos consecuentes", concluye.