Algunos vecinos del pueblo sevillano de Casariche pillaron a un grupo de ladrones, de nacionalidad rumana, robando por las casas. Según informa el Diario de Sevilla los pillaron saltando entre los tejados de las casas y la voz se corrió por el pueblo. Así en plena madrugada, muchos vecinos quisieron tomarse la justicia por su cuenta.
La policía y la Guardia Civil tuvieron que intervenir. Consiguieron detener a uno de los ladrones, al que tuvieron que refugiar en un edificio para que no lo lincharan. Los vecinos se concentraron a las puertas pidiendo a los agentes que lo soltaran y que se lo entregaran a ellos.
La Guardia Civil ha tenido que pedir refuerzos para controlar la situación en el pueblo. No es la primera vez que hay problemas entre los vecinos de Casariche y la comunidad rumana que allí vive. Algunos les acusan de los robos que se han producido en la localidad en los últimos meses, según informa el citado diario.
En la localidad cercana de Pedrera pasó algo similar hace un año. Cuando algunos vecinos destrozaron varios coches de vecinos de nacionalidad rumana y los persiguieron por las calles. En aquella ocasión, la chispa saltó por un accidente de tráfico.
Hoy hemos conocido otro incidente racista. Una mujer de Guinea Ecuatorial y su hijo pequeño han sido expulsados de un autobús en Móstoles porque no había plazas libres. Ella, dice en cambio, que la echaron por el color de su piel. Un vídeo en la Red muestra lo violento de la situación, especialmente cuando la policía local coge al niño en brazos para forzar a la madre a salir del autobús.