Esa prueba positiva de ADN ha devuelto la esperanza a sus padres. Pero ahora los análisis a la camiseta en el laboratorio, que no han terminado, se centran en saber si hay ADN de otra persona, si estaba seca o mojada, o si tiene restos de agua salada. También se buscan otros restos biológicos que comprometan a quién se la llevó.
Mientras, la búsqueda continua en Níjar, el lugar donde se le perdió la pista al pequeño Gabriel. Cada día se rastrea una superficie mayor. Palmo a palmo hasta los seis kilómetros, y en lugares determinados, como balsas, hasta los doce kilómetros del lugar donde se le perdió la pista.
Y es que, el hallazgo de ADN en la camiseta encontrada confirma que la prenda ha estado en contacto con Gabriel, por lo que la búsqueda ha cambiado radicalmente de un día para otro. Uno de los detalles significativos es que para quitarle esa prenda el pequeño tuvo que ser desnudado, y que no se ha encontrado la prenda que llevaba por encima, una sudadera roja.
Así, también es significativo la forma en la que se encontró la camiseta, ya que había sido en un lugar en el que ya se habían buscado posibles pistas con anterioridad. Fueron el padre de Gabriel y su actual pareja los que, mientras daban un paseo con el perro, encontraron la prenda. Han explicado que decidieron dar ese paseo porque era una zona en la que el pequeño solía ir con ellos.
La abuela de Gabriel, que supuestamente fue la última en ver al pequeño cuando, según ella misma, le vio doblar la esquina, ha sido llamada otra vez por los investigadores para que declare. De esta forma pretenden repasar el suceso desde el momento de su desaparición, las 15.30 del pasado martes 27 de febrero.