Si el vehículo cuenta con tracción trasera, solo habrá que poner las cadenas en las ruedas de atrás, y si tiene tracción delantera, en las de adelante. En caso de que tenga tracción a las cuatro ruedas, como en caso de los 4x4, se debe colocar cadenas de nieve en todas, pero si no se cuenta con tantas se debe priorizar las ruedas delanteras.
Si resides en una zona donde nieva y utilizas normalmente el coche es preferible usar ruedas de invierno con juego completo, así no tendrás que estar quitando y poniendo las cadenas continuamente. En caso contrario, puedes elegir entre varios tipos de cadenas, según el portal web de Neumáticos Pneus.
Calcetines de nieve
Los calcetines de nieve no son muy recomendables si utilizas asiduamente tu vehículo cuando hay nieve, ya que se usan de forma puntual porque limita la velocidad del coche a 50 kilómetros por hora. La ventaja de usar calcetines de nieve es que no dañan los neumáticos y permite controlar los sistemas ABS y ESP. Son como fundas para las ruedas, fáciles de poner.
Se debe emplear en caso de que se produzca una gran cantidad de caída de nieve. Cuenta con una textura permeable y fricción seca, que fomenta que el vehículo se agarre al suelo. No se deben usar si no hay nieve abundante, además es recomendable lavarlos después de cada uso.
Cadena líquida
A pesar de tener este nombre es un spray. Este se echa a las ruedas antes de salir con la carretera nevada y aumenta el agarre de los neumáticos. No se debe usar este tipo de cadena si contamos con cualquier otra, pero en caso de no tener es mejor que nada. No está homologada ya que no entra dentro del grupo de las cadenas obligatorias en momentos de nevadas intensas, según RACE. Puedes encontrar este producto a partir de cinco euros.
Cadenas metálicas
Las cadenas de metal son las más utilizadas en caso de nevada, sobre todo por montaña. La desventaja de este tipo de cadenas es que no es apta para todos los vehículos, ya que algunos con poco espacio entre la rueda y el pasaje de esta. Sin embargo, son más resistentes y tienen un mayor agarre. Además, podemos encontrar varios tipos de cadenas de nieve. Su velocidad también se limita a 50 km/h. Dentro de este tipo hay tres grupos.
Por una parte están las cadenas de tensión automática, que son rápidas de incorporar a la rueda y se ajustan automáticamente cuando se empieza a circular con el vehículo.
Por otra parte, están las cadenas de tensión manual. Son las más habituales y su instalación es más completa. Su diferencia con las anteriores es que son más baratas y necesitan de ajustes de tensión, teniendo que realizar alguna parada. Estos tipos se encuentran entre los 20 y 50 euros.
También contamos con las cadenas semiautomáticas, conocidas como Spikes Spider, que cuentan con una parte fija en el neumático, que no se quita nunca, y otra que se incorpora cuando haya nieve y se necesite de cadenas. Conocidas por su particular forma de araña o pulpo, es de las cadenas más cómodas y rápidas de colocar. No daña las llantas y su longevidad es superior al resto de tipos. En este caso, sí se puede incorporar en coches con pasaje de neumático estrecho. Es, probablemente, el que tiene el coste más alto ya que, además, necesita de un adaptador. Es recomendable para personas que usan asiduamente su vehículo en condiciones extremas de nevadas y heladas. Son de los tipos más caros de cadena, entre 200 y 600 euros, pero de los más cómodos de colocar.
Cadenas de tela
Es el término medio entre las cadenas metálicas y los calcetines, además, están homologadas. Están compuestas por poliéster y cortijas de acero, por lo que son muy resistentes. Su montaje es rápido y se colocan igual que los calcetines, como una funda sobre la rueda. Sin embargo, la velocidad máxima limitada es menor, de 40 km/h. En cuanto al precio, son más caras que las cadenas metálicas convencionales (manuales), más o menos como las automáticas, entre 30 y 100 euros.
Cadenas de red
Son parecidas a las de tela, pero en vez de ser únicamente de material textil está compuesto por una red de cables de plásticos revestidos con tela. Las propiedades son similares a las anteriores aunque su precio puede ser mayor, entre los 70 y 95 euros, ya que se puede usar con más frecuencia. El control de la estabilidad del vehículo es difícil con este tipo de cadenas, al igual que en las anteriores.