Hace poco más de un mes, los padres de Brody recibieron la fatal noticia: a su hijo de tan solo dos años le quedaban dos meses de vida. En un principio, los facultativos creyeron que las molestias del pequeño en el oído se debían a una infección auditiva. Sin embargo, el pasado mayo, los médicos descubrieron que el niño tenía un raro cáncer cerebral, con tan solo 300 personas diagnosticadas en el mundo.
La familia ha contado con el apoyo de todo su alrededor desde el principio. A través de su página en GoFundMe han recibido 21.000 dólares en donativos para cubrir los gastos médicos. Además, el Hospital Infantil de Cincinnati, en el que trataban al pequeño, ayudó al pago de las facturas de los tratamiento que no cubría el seguro médico.
Tras el diagnóstico, sus padres han decidido organizar una Navidad adelantada para hacerlo feliz. "Es realmente difícil, pero me encanta ver la alegría en sus ojos", ha asegurado su madre a The New York Times. "Para él es sólo Navidad. Se despertó un día y el árbol de Navidad estaba fuera. Él no sabe que no es realmente Navidad. Él simplemente lo está disfrutando", ha afirmado la hermana de Brody, de 21 años.