MayDay MayDay..."Necesitamos rumbo al mar. ¡Venga! Necesitamos amerizar”. Así de angustiado le pedía un piloto kazajo ayuda al aeropuerto de Lisboa. El aparato, un avión de la compañía Air Astana, había salido de un aeródromo cercano a Lisboa pero nada más estar en altura la tripulación perdió el control de la nave. Solo iban seis personas en un vuelo en el que sus ocupantes tuvieron en la cabeza durante muchos minutos la idea de estrellarse para evitar males mayores.
Noticias Cuatro ha logrado los audios en los momentos de más angustia. “Aparato imposible de controlar”, dice el desesperado piloto. Hemos perdido el control, señala a una torre de control que en ocasiones en incapaz de entender los mensajes. El piloto vuelo en círculos durante una hora hasta que después de la tensión absoluta se escucha por fin una voz serena: "Hemos recuperado el control. ¿Tiene algún área donde el tiempo sea mejor? El piloto sabía ya que habían salvado su vida y la de muchos.
Causar el menor daño posible
Minutos antes, a punto estuvieron de tener que amerizar en el Tajo, en pleno corazón de Lisboa. La nave dio vueltas en círculo durante más de una hora hasta que consiguió tomar tierra en Beja, a 200km. de Lisboa, escoltado por dos cazas del ejército portugués. La tripulación, que estaba compuesta sólo por dos pilotos y cuatro técnicos, llegó a plantearse estrellar el aparato en un lugar donde causaran el menor número posible de víctimas. Así fueron las conversaciones entre la nave y la torre de control en, seguramente, una de las horas más angustiosas de la navegación lusa.
La historia da como para una película de Hollywood con toda su tensión y esta vez con final feliz, como las últimas en las que los pilotos son capaces de amenizar en mar. Todo comenzó cuando el avión de la compañía kazaja Air Astana perdió el control de los mandos en mitad de un vuelo a causa de una fuerte tormenta. Los momentos de angustia se sucedieron. El miedo era caer en plena Lisboa. El modelo ERJ-190LR despegó del Complejo Militar de Alverca (Lisboa). Fue durante el ascenso cuando los pilotos alertaron de la pérdida del control de los mandos y pasaron la hora siguiente tratando de estabilizar el avión y sobrevolando la capital. El susto de su vida.