Una de las imprudencias que más se repite en momentos de intensas lluvias es intentar salvar el coche cuando el agua ya está inundando las calles. De hecho la mayoría de las muertes se producen en esta circunstancia.
Si se encuentra frente a una riada, no intente cruzarla, es mejor dar un rodeo aunque nos quite tiempo. Una corriente de unos 10 kilómetros por hora con poco más de medio metro de profundidad arrastrará cualquier vehículo, incluso un camión. El agua levanta las ruedas del suelo por lo que no intente cruzar por muy sencillo que parezca.
En el caso de que la riada le esté arrastrando, salga del vehículo, si piensa que está más seguro dentro de este es una falsa sensación. La DGT recomienda abrir la puerta del vehículo cuando se iguale la presión, antes no podrá hacerlo, y sino salir por la ventanilla del lado contrario al que el agua ejerce la presión. El parabrisas no se puede romper pero con un golpe si que podrás desencajarlo.