Según informa The Times, Sajed y su hijo Ahsan, de 19 años, volvían a su casa en Blackburn, Lancanshire, Inglaterra, cuando fueron atacados por cuatro personas que se interpusieron en su camino. Los atacantes, tres adultos y un menor, les atacaron brutalmente para robarles.
Cuando la policía llegó al lugar se encontró con una escena terrible: Sajed estaba postrado en el suelo, empapado en sangre, inconsciente y con una profunda herida que impresionó a todos ya que le habían arrancado sus orejas. Ahsan también había sido atacado y de inmediato las autoridades trasladaron a ambos al hospital.
El cuadro de Sajed es grave. Por la violencia del ataque, su pulmón derecho colapsó y sufrió una hemorragia en el cerebro. Tuvo que ser operado y estuvo 14 horas en el quirófano. Los médicos consiguieron volver a unir sus orejas utilizando un injerto de piel de sus piernas, pero su vida sigue corriendo peligro, informa Clarín.
Una semana después del ataque, Sajed sigue en el hospital, en coma y enchufado a un respirador artificial que lo mantiene con vida mientras su familia aguarda angustiada. El hijo de Sajed, Ahsan, también permanece en el hospital con heridas en las manos y la cabeza.
Mariya, hija de Sajed de 22 años, que ha estado junto a la cama de su padre desde que ingresó en el hospital la semana pasada, ha explicado que la familia está en shock. El ataque fue en su propia calle, en la que llevan viviendo 15 años. La mujer de Sajed está especialmente afectada.
Tras el ataque, la Policía detuvo a cuatro personas: Sadaqat Ali, de 36 años, Rafaqat Ali, de 38, Fazal Ilahi, de 62 años, y un niño de 13 años, que no puede ser identificado por razones legales. Todos han sido acusados de intento de asesinato.
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