La juez que llevaba el caso de Ángel, que le prestó sus manos a su mujer enferma para morir, se ha inhibido en favor de un juzgado de violencia contra la mujer. Lo hace basándose en una sentencia previa del Tribunal Supremo que dice que así se debe tratar "cualquier acto violento contra una mujer, por parte de su pareja o ex pareja, debe ser considerado violencia machista".
La Fiscalía ya ha dicho que va a recurrir esta decisión.
Al conocer la decisión del juzgado, Ángel se ha mostrado indignado. En declaraciones a Cuatro al Día, el programa con el que ha querido compartir todo este proceso difícil por el que está pasando, ha dicho que está "muy enfadado" porque “esto es un mazazo y un insulto, estoy muy cabreado. Es peor que me consideren un violento machista que que me caigan 30 años de cárcel”.
La primera opción era que Ángel fuera juzgado por un delito, según el actual Código Penal, de cooperación al suicidio. Sin embargo, la decisión del Supremo de hace solo tres meses, que estableció que todo acto violento de un hombre a una mujer que sea su pareja tiene que ser considerado violencia de género, puede complicar aún más las cosas para este madrileño.