María ayer se aferró a un banco de su calle de toda la vida en Pozuelo de Alarcón. Ahí quería pasar la noche pero después de muchos intentos de convencerla por parte de la policía, su abogado, los médicos… accedió y la llevaron a un hospital con principio de hipotermia. Tras un chequeo le han dado el alta y la mujer, a sus 99 años, está en casa de una amiga.
A María le cuesta aceptar que la hayan echado de su casa. Ella acusa a su nieto de estafarla. “Mi nieto la ha vendido, es una canallada. Me ha hecho firmar falsamente por eso estoy en la calle. Si está mal se la lleva a un psiquiatra, eso es lo que quieren”.
Sin embargo, la Justicia no le ha dado la razón a esta mujer, que ha intentado pagar un alquiler a los nuevos dueños. Ellos no quieren y María ayer vio como la comitiva judicial la sacaba de casa y cambiaba la cerradura.
Su abogado, Jesús Laborda, intenta convencerla de que acepte la ayuda del Ayuntamiento madrileño, que vaya a una residencia. "Debería recapacitar y aceptar una plaza en una residencia en Pozuelo”.