Ana Julia Quezada ha asesinado con alevosía al niño Gabriel Cruz, pero no hay ensañamiento, porque la prueba pericial de los forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) no ha probado que aumentase de "forma inhumana el sufrimiento del menor".
La Fiscal Elena Fernández, en su alegato ante los miembros del jurado popular ha dicho: "Es terrible, cruel, a mí, como fiscal, me estremece especialmente la falta de piedad de la procesada, que posiblemente no voy a ver en otro acusado, pero no se puede mantener que hubiese un aumento deliberado de dolor o que hubiese agonía". La magistrada ha admitido que el niño "sufrió, claro que sufrió", no existe el agravante de ensañamiento.
Fernández, ha subrayado que no puede considerar "hechos que no han quedado probados", desacreditando la pericial médica escuchada el lunes en sesión a puerta cerrada y aportada por la acusación particular que hablaba de golpes propinados al niño antes de asfixiarlo.
La Fiscal, por el contrario, se ha mostrado partidaria del testimonio "contundente" de los peritos forenses del IML que describen "un acto único" al tiempo que habla de "una fuerza desproporcionada" al taparle la boca y la nariz, "de una forma tan brutal que le provoca la muerte por asfixia".
La magistrada, además sobre el informe pericial presentado por la acusación particular, asegura que "emiten una opinión únicamente, una interpretación errónea y, con todos los respetos, osada, que solamente se justifica por un absoluto desconocimiento de la medicina forense".