Los Mossos han detenidos a cinco miembros de una violenta banda de aluniceros que robaba en tiendas de telefonía e informática. En el registro de la vivienda se han incautado de 180 teléfonos y varios ordenadores, todos de alta gama.
Los cinco miembros de la banda de aluniceros desarticulada por los Mossos vivían en el mismo domicilio de Vilanova de Bellpuig, donde fueron detenidos y donde escodían el botín: más de 180 móviles, ordenadores de alta gama y dos coches.
De hecho fue el robo de los vehículos de alta gama de un concesionario lo que puso sobre la pista de la banda criminal a los agentes.
Los cinco están acusados de robar en el concesionario de Gurb, tres establecimientos de telefonía, en Manresa, Tarragona y Martorell, todos por el método del empotramiento. El juez ha decretado prisión para cuatro de los cinco ladrones y libertad con cargos para el otro.