Aquellos que vean las Perseidas desde las latitudes medias del norte tendrán las mejores vistas, según Jane Houston Jones del Jet Propulsion Laboratory de la NASA en Pasadena, California.
Además, especifica que también se verán algunos meteoros desde el 17 de julio hasta el 24 de agosto, y el número aumentará durante las semanas previas al 12 de agosto y disminuirá después del 13. El mismo ha indicado que se deberían poder ver entre 60 y 70 meteoros por hora en el pico de la noche del domingo 12 de agosto al lunes 13.
El fenómeno, que se repite todos los años entre finales de julio y finales de agosto, se produce porque la Tierra atraviesa en su trayectoria en torno al Sol, la estela del cometa Swift-Tuttle, lo que provoca que multitud de partículas, denominadas meteoroides, choquen contra la atmósfera. Conforme la Tierra se va adentrando en esta nube de meteoroides, la actividad de las Perseidas aumenta.
La mayoría de los meteoroidess desprendidos del Swift-Tuttle son tan pequeños como un grano de arena, y cuando se cruzan con la Tierra impactan contra la atmósfera a una velocidad de más de 210.000 kilómetros por hora, equivalente a recorrer España de norte a sur en menos de veinte segundos. El choque produce, en estos fragmentos, un aumento de temperatura de hasta 5.000 grados en una fracción de segundo, lo que hace que se desintegren y emitan un destello de luz que recibe el nombre de meteoro o estrella fugaz.
Esta desintegración ocurre a gran altura, normalmente entre los cien y los ochenta kilómetros sobre el nivel del suelo. Las partículas más grandes (del tamaño de un guisante o mayores) pueden producir estrellas fugaces mucho más brillantes que reciben el nombre de bólidos.
Para disfrutar de las Perseidas no es necesario utilizar telescopios ni ningún otro tipo de instrumento óptico, ha indicado Houston Jones. Solo es necesario observar el cielo desde algún lugar lo más oscuro posible y lejos de la contaminación lumínica de las ciudades.