Perry Gaines, un camarero del restaurante Deupree House, vio como una mujer se estaba atragantando en una mesa. Sin dudarlo, fue corriendo hacia allá para salvarla. Estaba listo: estaba entrenado en la famosa maniobra de Heimlich y la había practicado en dos ocasiones. Sin embargo, alguien se le adelantó. Un hombre de 96 años agarró a la señora por la espalda y le dio un golpe seco a la altura del estómago, logrando que el bocado saliera de su conducto respiratorio. Hasta aquí todo normal, lo curioso es que el señor no era otro que el mismísimo Doctor Henry Heimlich, creador de la maniobra.
A pesar de todo, el doctor tuvo que reconocer que esa era la primera vez en su vida que realizaba la maniobra en su vida, nunca había tenido la ocasión de probarla en situación de riesgo. “Me hizo apreciar lo maravilloso que es poder haber salvado todas esas vidas” reconoció en una entrevista telefónica para el diario regional “Cincinatti.com”.