El último en dar la nota ha sido él, Arnold Schwarzenegger. El actor y exgobernador de California visitó el domingo el Valle de los Caídos. Rodó Conan el Bárbaro muy cerca del monumento a Franco y 31 años más tarde ha vuelto para pasear por su basílica. Un interés cultural que el año pasado compartieron más de 300 mil personas. Y es que muchos fans suyos se preguntan qué hacía este sábado allí visitando la tumba de franco. Algo que ha levantado una polvareda. Pero no es el único famoso que -queriéndolo o sin querer- hiere sensibilidades políticas. Poco sabía Hugh Jackman que el autógrafo que firmaba en San Sebastián era, en realidad, una bandera de presos de ETA.