Miembros de bandas de narcotraficantes de Río de Janeiro han continuado quemando, este miércoles, automóviles y autobuses en su cuarto día de violencia que desafiaba a una mayor presencia policial e incursiones en favelas.
La policía de Río de Janeiro ha informado que 21 presuntos narcotraficantes, todos ellos armados, han muerto durante los enfrentamientos con los agentes.
Hombres armados abrieron fuego sobre al menos una estación de la policía, después de un ataque similar previamente esta semana, lo que desencadenó la ofensiva policial.
Unión de los mayores grupos criminales
La violencia comenzó el domingo, con ataques a comisarías y la quema de vehículos, acciones que según la máxima autoridad de seguridad de Río de Janeiro fueron ordenadas por miembros de bandas encarcelados.
Las autoridades afirman que los ataques de los narcotraficantes son en protesta por haber sido expulsados de sus reductos por la policía.
La policía ha seguido realizando incursiones contra presuntos narcotraficantes en favelas. Las autoridades dijeron que arrestaron a un sospechoso que llevaba explosivos caseros y un contenedor de líquido inflamable.
La ola de violencia ha arrojado más dudas sobre la capacidad del país de organizar en un ambiente seguro la Copa Mundial de fútbol del 2014 y los Juegos Olímpicos del 2016 y ha ensombrecido la imagen de una ciudad conocida por sus playas y por su estilo de vida relajado.