Ambos hermanos estaban jugando en casa, cuando uno de ellos tropezó y chocó contra el cristal de una puerta. Los trozos de cristal hirieron al hermano menor en el brazo, pero la peor parte se la llevó el hermano mayor, según informa el portal Web Levante .Uno de los cristales se le clavó en el estomago, convocándole una hemorragia interna, ya que una de las venas fue seccionada.
Al ver la fortísima hemorragia, el pequeño salió corriendo a la calle en busca de su padre, quien finalmente pidió ayuda al 112 tras encontrarse a su hijo mayor desvanecido y muy pálido en el domicilio. La primera patrulla en llegar, dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía, taponaron la herida en un intento por detener la hemorragia y le realizaron las primeras maniobras de reanimación cardiopulmonar, ya que el niño había entrado ya en parada cardiorrespiratoria.
Minutos después llegó el primer equipo del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) que, tras más de 50 minutos de intensas maniobras de reanimación, logró estabilizar al menor. Una vez colocada la respiración artificial, los bomberos tuvieron que extraer la camilla a través de un balcón de la vivienda, ya que el aparataje sanitario hacía imposible bajar al niño por el ascensor.
El pequeño fue evacuado al Hospital La Fe de València, donde le esperaba un equipo quirúrgico para intervenirle de urgencia. Sin embargo, minutos después de su ingreso, el niño falleció, sin que los médicos pudieran hacer nada por volver a reanimarle.