El día transcurría con normalidad hasta que a las 14.30 horas, hora local, sonó la alarma contra incendios. Entonces, el estado de shock comenzó a reinar en el centro escolar. “Es una situación horrenda”, ha asegurado el supervisor escolar del condado en el que se ubica el instituto.
Un estudiante de 17 años, Noah Parness, ha explicado en un testimonio recogido por Infobae que él y varios compañeros salieron con calma hacia las zonas indicadas cuando de repente escuchó varias detonaciones. “Vimos a varios maestros bajar corriendo por las escaleras, y entonces todo el mundo comenzó a correr”, ha indicado Parness. “Yo salté una barda”.
Dos estudiantes del instituto, en declaraciones recogidas por Fox News, han relatado que ellas y otros compañeros corrieron para esconderse mientras escuchaban “rondas múltiples” de disparos. “Nos quedamos allí por mucho tiempo, ha explicado una de ellas, quién ha continuado comentando que “entonces la policía llegó al pasillo para sacarnos”.
Esa testigo ha asegurado que llegó a ver un “gran charco de sangre” en uno de los pasillos por los que tuvo que pasar para salir del instituto. Incluso ha explicado que en esa huida pudo ver a dos estudiantes tirado en el suelo que presuntamente estaban muertos.
Otra estudiante ha dicho que en el momento que aunque se activara la alarma contra incendios, su profesora no les dejó salir del aula, ya que pensaba que estarían más seguros allí. Mientras, más testimonios detallados por el medio estadounidense recogen la brutal escena: “Hubo cuerpos por el suelo en todas partes. Creo que fueron cuatro”.
Durante el tiroteo muchos fueron los alumnos que se pusieron en contacto con sus familiares a través de su móvil. Uno de esos casos fue el del hijo de 17 años de Len Murray, que les escribió a sus padres un terrorífico mensaje de texto: “Mamá y papá, hay disparos en la escuela. Afuera se escuchan las sirenas de la policía. Estoy en el auditorio y las puertas están cerradas”.
La tranquilidad para estos progenitores llegó minutos después con otro mensajes de su hijo: “Estoy bien”. Y no sólo eso, Murray ha dicho que “tengo miedo por los otros padres que están aquí. Se les ve la preocupación en el rostro. Todo el mundo pregunta: ‘¿Has sabido de tu hjio?’”.
Así, Murray ha explicado que cuando recibió el mensaje de su hijo sólo una cosa se le pasaba por su mente: “Sólo pensaba en el momento en que lo dejé en la escuela esta mañana. Generalemente le digo ‘Te quiero’, pero no lo hice esta mañana. Tiene 17 años, está en esa edad, y no se lo dije esta mañana, y me seguía lamentando una y otra vez. Díganlo a menudo, sé lo que les digo”.
Otra de las madres que pasó uno de los peores momentos de su vida ha sido Beth Feingold, quien ha indicado a Infobae que su hija Brittani le mandó un mensaje a las 14.32 hora local en el que le aseguraba que “estamos en código rojo. Estoy bien”. Aunque más tarde volvió a escribirle otro en que le indicaba que “mamá, tengo tanto miedo”.