Como consecuencia del enfrentamiento, la Policía ha empleado granadas aturdidoras para dispersar a la multitud y ha detenido a varias personas, según han informado las autoridades y recogido la Agencia Brasil.
Los residentes de Alemão responsabilizan a la miembros de la Policía Pacificadora (UPP) de la muerte del niño, que se convirtió en la cuarta víctima en un enfrentamiento con hombres armados en la favela, en una operación en la que también resultaron heridas dos personas.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha lamentado lo ocurrido y ha mostrado su "solidaridad" con la familia de Eduardo Jesus Ferreira, además de asegurar que los responsables de su muerte serán llevados ante la justicia.
"Espero que las circunstancias de esta muerte sean esclarecidas y los responsables juzgados y castigados", ha afirmado Rousseff. La Policía también investiga la muerte de una mujer en el interior de su casa y la de su hija.