"Sé que me van a coger, pero cada día con mi hijo es precioso. Los dos estamos muy bien y él es muy feliz. Sé que voy a tener problemas. No me di cuenta que metería a mi familia en problemas. Lo siento por ellos, pero tengo que poner primero a mi hijo", explica Rebecca Minnock.
Su familia está convencida de que cuando la policía dé con Minnock no volverá a ver a su hijo. Aseguran que no saben de ella más que están bien. Ni siquiera, dicen, saben si está en Reino Unido o ha huido del país. Su madre y sus hermanos han sido detenidos y llevados ante la Justicia por ocultar información.
Un tribunal dictaminó que Minnock estaba impidiendo que su expareja viera el niño y había hecho acusaciones "falsas" durante el proceso judicial sobre la custodia.