La última acusación contra Roy Moore ha coincidido con la petición desde su propio partido que le pide abandonar la campaña, según publica The New York Times.
La mujer, de Alabama, Beverly Young Nelson, denunció en una rueda de prensa el acoso sufrido hace 40 años cuando Moore era fiscal del condado y frecuentaba el restaurante, donde ella trabajaba.
El político se ofreció a llevarla a casa en su coche y a medio camino le tocó el pecho y apretándole el cuello empujó su cara contra los genitales de él.
Moore, según contó la mujer, trató de quitarle la blusa y ella se resistió por lo que terminó deteniendo el coche empujándola fuera. Además de advertirle que nadie la creería porque él era el fiscal del condado.
Esta no es la única mujer que acusa al político republicano, aspirante a senador, de violencia sexual.
La semana pasada, otros periódicos de EEUU publicaban los testimonios de varias mujeres que aseguraban haber sido víctimas de acoso sexual por parte de Moore, cuando eran menores de edad.
Leigh Corfman, de 53 años fue la primera en denunciar a Moore públicamente de haber sido violada en 1979, cuando tenía 14 años.
Después de contarlo, otras tres mujeres denunciaron que el candidato Moore las había acosado sexualmente cuando no superaban los 18 años.
Moore, de 70 años, ha negado las acusaciones y al parecer no tiene intenciones de cancelar su batalla al senado, aun cuando se lo pidiera el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, que dijo creer a todas las mujeres.
Moore ha retuiteado un no rotundo a su compañero de partido, asegurando que McConnell es quien debería renunciar.