Los nepalíes tratan de salir adelante más de un mes después de que la tragedia se cobrase miles de vidas a causa de un fuerte terremoto y varias réplicas. Entre las ruinas de un país empobrecido, los traficantes de personas se dedican a la compra de niños.
Como afirma el diario Actualidad, la actividad ilegal fue descubierta por un grupo de voluntarios californianos que visitaba una aldea remota de Nepal muy castigada por el terremoto.
En declaraciones de uno de los voluntarios del grupo, Sam Ellis: “En la aldea se ofrecen 500 dólares por niño y les prometen encontrarles trabajo”