"Con el corazón apesadumbrado, estamos devastados por tener que anunciar la muerte de un quinto agente", ha anunciado la Policía de Dallas
Varios francotiradores, armados y bien entrenados han disparado contra agentes de la Policía desde posiciones elevadas durante la protesta por la muerte de los afroamericanos en Luisiana y Minnesota.
Tres tiradores ya están bajo custodia policial y un cuarto que permanecía acorralado por los agentes se ha suicidado. El hombre había advertido que tiene sembrado de explosivos la zona de un garaje, donde se mantiene oculto.
El primero de los hombres se entregó voluntariamente a la Policía después de que las fuerzas de seguridad comenzaran a hacer circular su imagen en las redes sociales. Se trata de un varón de raza negra que estuvo presente durante la manifestación y armado con un fusil de asalto a la vista de todos -- algo legal en el estado de Texas --.
El segundo hombre fue detenido poco después tras entablar un tiroteo con la Policía y se encuentra ahora bajo custodia policial, según el comunicado oficial emitido por la Policía de Dallas en su cuenta de Twitter.
La Policía había detenido a un supuesto tercer tirador, identficado como Mark Hughes, del que colgó por error una foto en su Twitter oficial vestido con una camiseta de camuflaje y un fusil de asalto. Poco después ha rectificado y lo ha puesto en libertad.
Las protestas tienen lugar tras conocerse las muertes de Alton Sterling y Philando Castile, dos afroamericanos, que fueron abatidos por agentes de la Policía.
Estos incidentes han provocado nuevas manifestaciones en todo el país contra la actuación de las autoridades hacia los miembros de minorías.
Incidentes similares en 2015 provocaron una oleada de protestas a lo largo de todo el país bajo el lema 'Las vidas de los negros importan'.