Las llamas siguen avanzando después de engullir a Paradise, donde residían 26.000 personas, la mayoría evacuadas. Los bomberos y la Policía siguen evacuando personas ante el avance del fuego y la imposiblidad de controlarlo.
"Estamos en tiempos muy difíciles. Nunca será lo mismo. Pero puedo asegurarles que todos en California harán lo mejor que puedan", ha manifestado el gobernador de California, Jerry Brown.
El sheriff del condado de Butte, Kory Hornea, ha informado que su oficina hizo pública una lista con los nombres, edades y lugares de residencia de 103 de ellas. La mayoría de los desaparecidos reside en la población de Paradise, la más afectada por los incendios y tiene más de 60 años.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró el lunes el estado de desastre en California y ordenó ayuda federal para combatir los incendios forestales, los más destructivos de la historia del estado. Además de culpar al gobierno de Caifornia de mala gestión de los bosques.