El ex presidente egipcio, Hosni Mubarak, y sus hijos han sido sentenciados a tres años de cárcel por delito de corrupción, según ha dictaminado un tribunal egipcio. Mubarak podría haber salido libre este sábado ya que el pasado mes de noviembre la Judicatura egipcia retiró de un plumazo el resto de cargos presentados contra el autócrata: primero por su complicidad en el asesinato de manifestantes durante la revolución egipcia de 2011 y después por otros dos casos de soborno y abuso de poder.
El caso por el que ha sido sentenciado, conocido como "el caso de las mansiones", señala a Mubarak y a sus hijos como responsables de apropiarse de manera indebida de fondos públicos destinados inicialmente a la conservación de los palacios presidenciales, que Mubarak aprovechó para reformar sus domicilios particulares, informa el diario 'Al Ahram'.