La explosión se ha producido en Ludwigshafen, alrededor de las 11.30 de la mañana de este lunes. Entre las víctimas, la propia compañía propietaria de la planta BASF, ha confirmado la muerte de dos de sus empleados. El número de heridos asciende a seis, según los datos de BASF, y otras dos personas más permanecen desaparecidas, según el último recuento.
En una comunicación en su web a última hora de la tarde de este lunes, el administrador de la planta de BASF en Ludwigshafen, Uwe Liebelt, expresaba sus condolencias por la muerte de los dos trabajadores: "Lamentamos profundamente la muerte de dos empleados y que varias personas han resultado heridas. Nuestros pensamientos están con los afectados y sus familias".
La compañía BASF ha indicado que los trabajos en una de las tuberías de la planta podrían estar detrás de la explosión y que las mediciones realizadas en aire y tierra no muestran indicios de sustancias peligrosas. Varias unidades han sido cerradas por seguridad.
Las poblaciones de Ludwigshafen y también de Mannheim, al otro lado del Rin, eran advertidas este mediodía de que permanecieran confinadas en casa y cerraran puertas y ventanas.
La compañía ha informado a través de Twitter de la habilitación de un espacio para la actualización de la información sobre el siniestro a través de su web.