En total, unas 10.000 personas aguardan ante la llegada de la tormenta, con vientos de 170 kilómetros por hora y rachas de hasta 205 que se aproxima a las localidades de Isabela y Cagayán, a unos 400 kiómetros de Manila.
"Lo más probable es que pase rozando el país pero nada podrá impedir los fuertes vientos", según ha explicado el meteorólogo Fernando Cada a una emisora local, en declaraciones recogidas por la cadena CNN.
Además, más de 11.000 residentes han sido evacuados de la ladera del monte Bulusan, en el centro del país, por miedo a las avalanchas de tierra que pueda provocar la tormenta, según han informado fuentes de la agencia local de prevención de desastres.