Su actitud beligerante y un tanto brutalecida o su orgullo son algunas de las caracterísicas que alberga el autógrafo largo e irregular que Donald Trump mostró durante sus décadas de celebridad y durante la campaña presidencial en la que competía con Hillary Clinton en las elecciones pasadas de los Estados Unidos, según ha revelado la CNN.
Para ello, la grafóloga Sheila Lowe, que trabaja como analista de escritura manual, y Michael Fernández, un profesor de tercer grado de Georgia, han evaluado la caligrafía de Trump. Por una parte, Lowe examinó las firmas y ofreció su análisis, mientras que Fernández las calificó de la misma forma en que lo hace son sus alumnos de 8 y 9 años de edad.
Según Lowe, la firma tiene la "calidad de una reja de alambre de púas" y añadió que "no hay nada amigable o abierto sobre esta firma. La gran altura de las capitales, junto con el diseño extremadamente angular de la letra muestra a una persona que está impresionada por su propio poder".
Asimismo, Fernández le puso una calificación C a la firma con puntos fuertes por "pulcritud". Criticó la formación de letras del presidente, diciendo que en la firma de Trump "hace caso omiso al alfabeto en favor de un sismógrafo".
Y es que desde el 20 de enero y hasta dentro de cuatro años, Donald Trump firamará desde leyes y decretos, hasta memorandos y cartas, como ha hecho en sus primeros días de mandato y estas podrían causar revuelto y tener consecuencias para el futuro de los Estados Unidos y del mundo en general como lo están siendo firma de la construcción del muro con México, la orden polémica de suspender el programa de refugiados y el veto inmigratorio a personas de siete países de mayoría musulmana.