Según recoge The Washington Post, Fierro asegura que no denunció el incidente porque le preocupaban las consecuencias a largo plazo que podría acarrear acusar a la legisladora.
Fue en enero cuando se lo contó a su ex jefe, el asambleísta demócrata Ian Calderón, quien remitió el asunto a la asamblea que ahora está investigando a García.
En la investigación que se está llevando a cabo también figura la acusación de un segundo hombre del que de momento se desconoce su identidad.
Ante estos hechos, García ha hecho llegar un comunicado al periódico en el que informa de que "no recuerda haber hecho nada malo".
"Los detalles de estos reclamos nunca me han sido comunicados hasta hoy. Puedo confirmar que participé en el juego de softball legislativo 2014 con varios miembros y mi personal. También puedo decir que no recuerdo haberme involucrado en conductas inapropiadas", continúa su comunicado.
Cristina García formó parte del número de la revista Times en el que la publicación eligió como persona del año a las activistas del movimiento #MeToo en el que García ha destacado por impulsarlo dentro y fuera de la asamblea.
García es asambleísta desde 2012 y representa al Distrito 58 de California, que incluye ciudades situadas en la periferia de Los Ángeles.