En total fueron seis ladrones los que entraron en la casa de la familia de la localidad bonaerense de Francisco Álvarez, según informa el medio argentino TN. Lo que no esperaban era encontrarse la resistencia de un niño.
El joven argentino, al ver que los ladrones habían cogido como rehenes a su hermano de 11 años y a su madre, decidió coger el arma del padre de una mesita de la habitación de sus progenitores.
A pesar de que el menor tenía totalmente prohibido hacer uso de la pistola, en ese momento no dudó en usarla para intentar salvar a su familia. Tanto fue así que de dos disparos consiguió reducir a uno de los ladrones, causándole la muerte, y logró asustar a los otros cinco que salieron corriendo.
Su padre aseguró días después que el pequeño nunca había utilizado el arma, pero que “sabe disparar en los juegos de la Play”, en referencia a una de las videoconsolas más famosas.
El fiscal argentino encargado del caso ha asegurado que el menor no tendrá represalias judiciales porque actuó “en legítima defensa”.